viernes, 18 de enero de 2008

PANORAMA ECONÓMICO NACIONAL


Por:Jesús Castillo More
Director de la Escuela de Economía
Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo - USAT.
La turbulencia económica mundial inevitablemente afecta a nuestro país, obligando al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), en su condición de autoridad monetaria, a adoptar las medidas necesarias para cumplir con su objetivo fundamental: garantizar la estabilidad de precios, procurando alcanzar una meta de inflación que no debe transponer un rango de uno por ciento a la baja o al alza.

Para lograr su objetivo, el BCRP está atento a los riesgos inflacionarios o recesivos y se vale de instrumentos de política monetaria para controlarlos. Hasta el año 2000, el instrumento favorito consistía en establecer una meta monetaria, mediante el control del crecimiento de la base monetaria. Entre el año 2001 y el 2002 se recurrió a una meta operativa consistente en el uso de encajes bancarios, para posteriormente recurrir a un “corredor de referencia” para la tasa de interés interbancaria estableciendo un límite superior a la tasa de redescuento y un límite inferior a la tasa denominada “overnight”.

En un artículo publicado en 1993, el economista de la Universidad de Stanford, John B. Taylor, propuso una regla de política monetaria que hoy lleva su nombre, que ayudaría a estabilizar la producción real alrededor de una meta y controlar la inflación. Su regla de política se basa en una tasa de interés nominal que, cuando el PBI real y la tasa de inflación exceden su objetivo, se incrementa para generar un aumento de la tasa de interés real y así reducir la demanda agregada y con ello las presiones inflacionarias. Al revés, si la inflación y el PBI real caen por debajo del objetivo, recomienda reducir la tasa de interés nominal para aumentar la demanda agregada por la vía de una reducción en la tasa de interés real. De esta manera, la regla de Taylor aconseja que la tasa de interés nominal de corto plazo debe ser una función creciente de la tasa de inflación y de la producción real para objetivos dados en estas variables.

El BCRP adoptó desde el año 2003 esta regla de Taylor como instrumento de Política Monetaria, bajo el nombre de “Tasa de Interés Interbancaria de referencia” que la ejecuta a través de operaciones de mercado abierto, es decir compra venta de certificados de de depósito del BCRP sujetos al pago de una tasa de interés.

El problema actual es que mientras Estados Unidos se ve obligado a bajar su Tasa de interés de referencia para evitar la recesión que amenaza a ese país, en el Perú se da la situación contraria, lo que determina la llegada de dólares especulativos huyendo desde tasas de interés en baja hacia las en alza. El resultado es una sobreoferta de dólares que hace caer el tipo de cambio, lo que obliga al BCRP a tener que salir a comprar dólares para frenar esta caída que amenaza la competitividad de las exportaciones.

La encrucijada para el BCRP es que no debería acumular dólares en forma indefinida, porque eso significa intercambiar bienes y servicios nacionales por papeles verdes que están amenazados de sufrir una drástica caída internacional por el enorme déficit comercial del país emisor, que solo es posible en la medida que el mundo siga aceptando dólares, es decir seguir dando crédito a Estados Unidos; pero si no lo hace se cae el tipo de cambio y las exportaciones, con lo que la recesión se asoma.
Cuando el BCRP compra dólares, lo hace emitiendo soles, los que debe esterilizar para evitar presiones inflacionarias mediante la venta de certificados de depósito con alto interés que dan lugar a más ingreso de dólares, lo que ha obligado recientemente al BCRP a aumentar los plazos de vencimiento de éstos y a elevar las tasas de encaje bancario para frenar la especulación y la expansión de la base monetaria nacional que provoca presiones inflacionarias.